Por Carlos Renoldi | Esto No Está Chequeado | Ilustración: Digital Snatch | #FiccionesEzeicenses
Bicicleteando por el pago, pasé por la casa de mi amigo el artista Cristian Melo. Como escuché ruido de amoladora, decidí detenerme.
Me sorprendió la obra que estaba llevando a cabo por encargo de las autoridades del Museo Histórico 17 de Octubre Quinta San Vicente, donde vivió el presidente Juan Domingo Perón.
Se trata de una réplica del avión Pulqui, que se fabricara en Córdoba durante la época del General. De unos tres metros de largo, será emplazada en un parque temático dentro de la Quinta junto a un tractor Pampa, un rastrojero y un auto Justicialista, en memoria de la industria peronista.
—¡Zarpado! —le dije a Cris, sorprendido—. Si querés te doy una mano —ofrecí.
—¡Dale! ¡Copado! —respondió.
Así fue cómo me sumé a este proyecto y compartí gratos momentos con este gran artista.
Casi concluido, llevamos el avión a la Quinta y ahí mismo terminamos algunos detalles, entre mate, medialunas y varios mosquitos revoloteándonos las orejas.
Hermosamente rojo, con su escudo celeste y blanco, quedó estacionado y tapado junto al tractor, el rastrojero y el justicialista, a la espera de la inauguración del parque.
Pasaron los días. Una mañana, me llamó mi amiga Giselle desde Ushuaia.
—Soñé con vos, Renoldi —me dijo—. Andabas sobrevolando el lago Villa María, acá en Tolhuin, con el avioncito rojo que publicaste en el Facebook. Yo navegaba en un velero.
Según me contó Giselle, yo aterrizaba el Pulqui en la ruta e invitaba a la flaca a tomar una birra, con una longaniza.
—¿Qué andás haciendo por acá? —preguntó en el mismo sueño, cagándose de risa.
—Se lo robé a mi amigo un rato para dar una vueltita.
—Qué viajecito. ¡De Ezeiza a Ushuaia!
Horas más tarde, me llamó Cristian Melo, preocupado.
—Hola, Charly, voy a San Vicente. Desapareció el avión... —dijo, consternado.
—Nah, ¡me estás jodiendo!
—Sí, bolú. ¿Me querés acompañar?
—Dale, venite. Te espero en la puerta.
Cuando salí a la vereda, me quedé helado mirando al Pulqui muy estacionadito, junto al árbol de la entrada, con mi cadena de atar la moto.
Me sorprendió la obra que estaba llevando a cabo por encargo de las autoridades del Museo Histórico 17 de Octubre Quinta San Vicente, donde vivió el presidente Juan Domingo Perón.
Se trata de una réplica del avión Pulqui, que se fabricara en Córdoba durante la época del General. De unos tres metros de largo, será emplazada en un parque temático dentro de la Quinta junto a un tractor Pampa, un rastrojero y un auto Justicialista, en memoria de la industria peronista.
—¡Zarpado! —le dije a Cris, sorprendido—. Si querés te doy una mano —ofrecí.
—¡Dale! ¡Copado! —respondió.
Así fue cómo me sumé a este proyecto y compartí gratos momentos con este gran artista.
Casi concluido, llevamos el avión a la Quinta y ahí mismo terminamos algunos detalles, entre mate, medialunas y varios mosquitos revoloteándonos las orejas.
Hermosamente rojo, con su escudo celeste y blanco, quedó estacionado y tapado junto al tractor, el rastrojero y el justicialista, a la espera de la inauguración del parque.
Pasaron los días. Una mañana, me llamó mi amiga Giselle desde Ushuaia.
—Soñé con vos, Renoldi —me dijo—. Andabas sobrevolando el lago Villa María, acá en Tolhuin, con el avioncito rojo que publicaste en el Facebook. Yo navegaba en un velero.
Según me contó Giselle, yo aterrizaba el Pulqui en la ruta e invitaba a la flaca a tomar una birra, con una longaniza.
—¿Qué andás haciendo por acá? —preguntó en el mismo sueño, cagándose de risa.
—Se lo robé a mi amigo un rato para dar una vueltita.
—Qué viajecito. ¡De Ezeiza a Ushuaia!
Horas más tarde, me llamó Cristian Melo, preocupado.
—Hola, Charly, voy a San Vicente. Desapareció el avión... —dijo, consternado.
—Nah, ¡me estás jodiendo!
—Sí, bolú. ¿Me querés acompañar?
—Dale, venite. Te espero en la puerta.
Cuando salí a la vereda, me quedé helado mirando al Pulqui muy estacionadito, junto al árbol de la entrada, con mi cadena de atar la moto.
Esto No Está Chequeado | Sección no basada en hechos reales | Cualquier semejanza con la realidad es mala puntería | Contacto: ezeizaediciones@yahoo.com.ar
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