Por Melanie Pellizzari | Esto No Está Chequeado | Ilustración: Digital Snatch(*) | #FiccionesEzeicenses
El insomnio no lo había dejado dormir y faltaban apenas quince minutos para la última entrevista de un trabajo que venía esperando hace meses. Si había algo que Gastón deseaba con toda su alma era ese puesto. Sentía ansiedad, sus manos transpiraban y el clonazepam aún no apagaba el tic de su ceja izquierda. Portaba una camisa lila, lisa y perfectamente planchada.
—¿Tu nombre? —preguntó una joven que rondaba los veinticinco años y portaba más elegancia que experiencia.
—Gastón... Gastón Linares.
—Pasá, Gastón, tomá asiento por acá. Necesito que describas lo que ves en cada una de estas imágenes, y también que lo marqués en la hoja. Tenés treinta minutos —dijo la muchacha con una voz inexpresiva y automática mientras le extendía seis fotocopias—. Al terminar, firmá cada una de las hojas.
“Todavía siguen jodiendo con esto”, pensó Gastón y luego dijo:
—Gracias, perfecto.
En la primera hoja vio un zorro. Si escribía que veía un zorro, lo tildarían de esquizofrénico. “Una polillita”, puso en el papel.
Hoja dos: divisó una mujer sin cabeza, un perro-caballo con manos de tijeras como en la película de Johnny Depp y dos vampiros tomando una copa de vino sobre el cadáver de un cerdo. “Mariposas hechas con acuarela’’, anotó sin vacilar.
Hoja tres: otra vez el zorro. “Como que me mira, aunque pensándolo bien, su ojo derecho está estirado, parece el pico de un cuervo medio desplumado, al lado tres piernas sueltas y una ventana con vista a un fémur”, pensó. “Dibujo abstracto”, resumió.
A medida que pasaba las hojas, lo que veía era más sórdido. No obstante no perdía la calma, hacía descripciones escuetas, políticamente correctas. Finalmente entregó las hojas.
—Decime, Gastón, si pudieras ser un animal, ¿cuál serías y por qué? —preguntó la joven con cierto dejo de arrogancia.
Enseguida visualizó un león devorando una cebra. La cebra emanaba sangre a borbotones por su cuello. Tuvo una leve erección.
—Un águila, para poder ver todo desde una perspectiva más lejana —respondió.
—Muy bien, Gastón, vas a tener ocho personas a cargo. Los preocupacionales son el jueves. Cualquier duda me decís.
—¿Tu nombre? —preguntó una joven que rondaba los veinticinco años y portaba más elegancia que experiencia.
—Gastón... Gastón Linares.
—Pasá, Gastón, tomá asiento por acá. Necesito que describas lo que ves en cada una de estas imágenes, y también que lo marqués en la hoja. Tenés treinta minutos —dijo la muchacha con una voz inexpresiva y automática mientras le extendía seis fotocopias—. Al terminar, firmá cada una de las hojas.
“Todavía siguen jodiendo con esto”, pensó Gastón y luego dijo:
—Gracias, perfecto.
En la primera hoja vio un zorro. Si escribía que veía un zorro, lo tildarían de esquizofrénico. “Una polillita”, puso en el papel.
Hoja dos: divisó una mujer sin cabeza, un perro-caballo con manos de tijeras como en la película de Johnny Depp y dos vampiros tomando una copa de vino sobre el cadáver de un cerdo. “Mariposas hechas con acuarela’’, anotó sin vacilar.
Hoja tres: otra vez el zorro. “Como que me mira, aunque pensándolo bien, su ojo derecho está estirado, parece el pico de un cuervo medio desplumado, al lado tres piernas sueltas y una ventana con vista a un fémur”, pensó. “Dibujo abstracto”, resumió.
A medida que pasaba las hojas, lo que veía era más sórdido. No obstante no perdía la calma, hacía descripciones escuetas, políticamente correctas. Finalmente entregó las hojas.
—Decime, Gastón, si pudieras ser un animal, ¿cuál serías y por qué? —preguntó la joven con cierto dejo de arrogancia.
Enseguida visualizó un león devorando una cebra. La cebra emanaba sangre a borbotones por su cuello. Tuvo una leve erección.
—Un águila, para poder ver todo desde una perspectiva más lejana —respondió.
—Muy bien, Gastón, vas a tener ocho personas a cargo. Los preocupacionales son el jueves. Cualquier duda me decís.
(*)La ilustración incluye una imagen que forma parte del test de Rorschach.
Esto No Está Chequeado | Sección no basada en hechos reales | Cualquier semejanza con la realidad es mala puntería | Contacto: ezeizaediciones@yahoo.com.ar
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