Por Torosaurio | Esto No Está Chequeado | Ilustración: Digital Snatch | #FiccionesEzeicenses
El pasado febrero llegó a Sol de Oro el autodenominado Licenciado Zamek. Se identificó como creador del coaching metafísico, disciplina que consiste en manipular el plano astral de un paciente (al que se accede mediante hipnosis) para reprogramar la mente no terrenal. “O sea que curo cualquier mambo psicológico por un mínimo precio —aclaró el Licenciado—. ¡Todo para que mis pacientes alcancen la felicidad!”.
Don Carrazzo, vecino que estaba por concurrir a un velorio, fue al consultorio del Licenciado y explicó que estaba harto de ser tan negativo. El Licenciado, tras embolsarse unos dólares y efectuar la hipnosis, transformó a Carrazzo en un desenfrenado contador de chistes. Carrazzo estrenó su habilidad en el velorio, del que salió con la nariz rota y un ojo inservible.
Luego, el Licenciado atendió al hijo del matrimonio Peralta, quien mostró ser un muchacho de pura y descomunal apatía. Una hipnosis y 20 mil pesos después, Peralta Junior estaba revolucionado. Tan revolucionado que organizó una rebelión en su colegio, donde los niños tomaron de rehenes a los docentes, tachándolos de burgueses contrarrevolucionarios. Tras una intervención policial, la mayoría de los menores volvieron con sus familias, salvo Peralta Junior y algunos compañeritos, quienes organizaron una guerrilla urbana.
El último caso fue el de Esmeralda Sandemetrio, quien le pidió al Licenciado que le quite la aflicción por haberle robado una cerveza a su abuela hacía 30 años. El Licenciado volvió a engordar la billetera y hacer su magia. Esmeralda dejó de cargar con el peso de la culpa, quedando tan liviana que un viento la arrastró afuera del barrio. Al día de hoy no aparece.
Tras estos casos, el Licenciado Zamek hizo las valijas y dejó Sol de Oro. Los vecinos y la policía desconocen su paradero, aunque seguramente esté viviendo nuevas aventuras que marcarán la vida de eventuales pacientes. Mientras, con el staff de “Esto no está chequeado” debatimos si la felicidad es un medio o un fin. Nos inclinamos por la primera opción, porque si es un fin, y si ese fin trae las consecuencias de la terapia del Licenciado Zamek, preferimos no encontrarla nunca.
Luego, el Licenciado atendió al hijo del matrimonio Peralta, quien mostró ser un muchacho de pura y descomunal apatía. Una hipnosis y 20 mil pesos después, Peralta Junior estaba revolucionado. Tan revolucionado que organizó una rebelión en su colegio, donde los niños tomaron de rehenes a los docentes, tachándolos de burgueses contrarrevolucionarios. Tras una intervención policial, la mayoría de los menores volvieron con sus familias, salvo Peralta Junior y algunos compañeritos, quienes organizaron una guerrilla urbana.
El último caso fue el de Esmeralda Sandemetrio, quien le pidió al Licenciado que le quite la aflicción por haberle robado una cerveza a su abuela hacía 30 años. El Licenciado volvió a engordar la billetera y hacer su magia. Esmeralda dejó de cargar con el peso de la culpa, quedando tan liviana que un viento la arrastró afuera del barrio. Al día de hoy no aparece.
Tras estos casos, el Licenciado Zamek hizo las valijas y dejó Sol de Oro. Los vecinos y la policía desconocen su paradero, aunque seguramente esté viviendo nuevas aventuras que marcarán la vida de eventuales pacientes. Mientras, con el staff de “Esto no está chequeado” debatimos si la felicidad es un medio o un fin. Nos inclinamos por la primera opción, porque si es un fin, y si ese fin trae las consecuencias de la terapia del Licenciado Zamek, preferimos no encontrarla nunca.
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