Por Edgardo Pietrobelli (*) | Esto No Está Chequeado | #FiccionesEzeicenses
Se rumorea que en la redacción de un periódico local nació una amistad entre dos artefactos: un televisor y una radio que llevan décadas en desuso. Ambos descansan sobre una mesada de cemento revestida con cerámicas blancas. El televisor es de lámpara y posee un gran porte, todo lo contrario a las nuevas pantallas, flacas y desgarbadas. La radio forma parte de uno de esos combinados que reproducían vinilos y discos de pasta, además de tener pasacassette y compactera. Los aparatos tuvieron su época de gloria, pero el tiempo los fue relegando a un segundo plano y muy pocos se detienen a observalos. Desde esta sección logramos ubicar a un testigo (que prefirió reservar su identidad), quien comentó que el televisor y la radio cobran vida cuando la redacción queda sola. La radio pasa viejos radioteatros: Hormiga Negra, El León de Francia, La Historia de Juan Barrientos, Carreros del Novecientos, Nazareno Cruz y el Lobo, Isidro Velázquez y hasta Mate Cocido. En respuesta, el televisor muestra imágenes de Alta Tensión, el Club del Clan y de los mundiales de 1978, 1986 y 1990. Violeta Rivas, Johnny Tedesco y hasta un púber Palito Ortega cantan sin parar, mientras que Kempes vuelve locos a los holandeses, Diego le sigue haciendo goles a los ingleses y Goyco ataja todos los penales. Así pasan las noches los dos artefactos y se callan cuando aparece la señora de limpieza durante las primeras horas de la mañana. Otro testigo anónimo contradice esta versión. Este señor (que trabajó en un importante medio de la Capital y que actualmente es profesor y colaborador del diario) comenta que cuando aparece la señora (a quien denominaremos con el nombre ficticio de Chela) no terminan los radioteatros ni los programas, sino que ella es cómplice de la radio y la tele. Que a veces ella suelta una lágrima con los enredos amorosos de la radio, o baila con la escoba y el trapo de piso al ritmo de los musicales beat. El silencio regresa cuando arriban los jóvenes redactores, y Chela, habiendo terminado su trabajo, se retira con una sonrisa que les resulta enigmática a los muchachos. Estos periodistas tienen menos de treinta años y todavía no están preparados para comprender que parte de nuestro pasado sigue tan vivo como ayer.
(*) Actor, director y dramaturgo. Dirige El Saloncito Teatré.
Esto No Está Chequeado | Sección no basada en hechos reales | Cualquier semejanza con la realidad es mala puntería | Contacto: ezeizaediciones@yahoo.com.ar
Aparatos eran los de antes
-
Edgardo Pietrobelli
,
Edgardo Pietrobelli ENECH
,
Esto no está chequeado
,
Libros
,
Temporada 2019
Blogger Comment